Qué ver en Cuenca
Cuenca no es cualquier destino. Se trata de una ciudad que te envuelve con una mezcla perfecta de historia, cultura y naturaleza. En sus calles, donde el tiempo parece haberse detenido, descubrirás desde arquitectura colonial hasta tradiciones vivas que saltan de plaza en plaza. Además, sus alrededores naturales no se quedan atrás, regalándote paisajes y experiencias que difícilmente olvidarás. Si buscas un lugar donde empaparte de cultura mientras disfrutas de la belleza natural, Cuenca se posiciona como una parada obligatoria en tu ruta. Vamos, ponle un lugar en tu mapa porque te espera una combinación única que pocos sitios logran ofrecer.
Parque Nacional Cajas
El Parque Nacional Cajas es como un respiro para quienes se cansan del bullicio de la ciudad. Ubicado a unos 30 kilómetros de Cuenca, este lugar presume un clima que cambia rápido, desde niebla fresca hasta un sol radiante, haciendo que cada visita sea única. Su terreno montañoso guarda lagunas cristalinas, páramos y bosques que forman ecosistemas que van desde lo húmedo hasta lo frío, por lo que la biodiversidad ahí es impresionante.
¿Te mola caminar? Tienes senderos para todos los niveles, algunos te llevan a miradores que regalan vistas que no olvidarás en la vida, mientras otros te invitan a cruzar puentes colgantes o atravesar bosques densos. Sin embargo, la mejor época para zambullirte en esta aventura natural es entre junio y septiembre, cuando las lluvias dan una pausa y el cielo se despeja, perfecto para esas fotos que harán que todos quieran ir allí.
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Plaza de las Flores
En pleno corazón de Cuenca la Plaza de las Flores es el lugar donde el color se siente en cada esquina. Más que una plaza, es un punto de encuentro para locales y visitantes que buscan un respiro rodeados de puestos que desbordan flores frescas de mil colores. Imagínate el ambiente, con vendedores que te cuentan historias sobre cada planta y familias que disfrutan del aire libre mientras niños corren por todas partes.
Si tienes suerte, coincidirás con alguno de los eventos florales que se organizan cada cierto tiempo; ellos convierten la plaza en una feria llena de vida y aromas que te harán querer tomar asiento con un helado y simplemente observar. La plaza es perfecta para compartir con amigos o para una tarde tranquila en familia, disfrutando del ritmo relajado que se respira en sus alrededores.

Corte Provincial
Este edificio guarda años de historia marcados en sus muros y columnas. La Corte Provincial no solo ha sido testigo de juicios claves en la historia de Cuenca, sino también un emblema arquitectónico que atrapa miradas. Su fachadas reflejan un estilo que mezcla clásicas líneas con detalles que te hacen detener el paso y querer mirar más de cerca.
Actualmente, la Corte sigue funcionando como sede judicial, pero también abre sus puertas para visitas turísticas y eventos culturales, lo que permite que te acerques para descubrir un poco más sobre su rol en la ciudad y admirar detalles que pasan desapercibidos en un vistazo rápido. No es solo un edificio, es una ventana que conecta el pasado con el presente de Cuenca.

Recomendaciones para visitar Cuenca
Si te animas a descubrir Cuenca, te conviene tener a mano algunos trucos para aprovechar a tope tu viaje. Para empezar, moverte por la ciudad es bastante sencillo, ya sea caminando o usando el transporte público, aunque para los sitios un poco más alejados, quizás un taxi o un Uber harán el trabajo más cómodo y rápido.
En cuanto a dónde dormir, encontrarás desde hostales con un encanto local hasta hoteles modernos, así que dependiendo de tu bolsillo y estilo, Cuenca tiene algo para ti. No dejes pasar la oportunidad de probar la gastronomía típica: platos como el cuy asado o las humitas te darán una experiencia auténtica que seguro recordarás.
Sobre cuándo ir, la época seca, que va de junio a septiembre, es cuando el clima se pone más agradable y hay menos lluvia —perfecto para meterte en excursiones al aire libre sin empaparte. Eso sí, si te gusta la fiesta, planifica tu visita para coincidir con alguna de las celebraciones locales, donde la ciudad se viste de gala y la cultura salta a la calle.
Alrededores de Cuenca que vale la pena conocer
Cuenca tiene vecindad con sitios que bien merecen una escapada de un día para descubrir más de la región. Por ejemplo, Gualaceo y Chordeleg son pueblos cercanos conocidos por su artesanía y joyería fina, perfecto si eres de los que disfrutan llevarse un recuerdo hecho a mano.
Si buscas un poco más de aventura, el cañón del río Paute ofrece paisajes que te dejarán boquiabierto, con opciones para excursiones y paseos por la naturaleza. Por otro lado, la comunidad de Cañar se destaca por sus tradiciones indígenas vivas, aportándote un vistazo a la cultura local fuera del bullicio urbano.
Así que, si tienes tiempo de sobra, dale una oportunidad a estos destinos cercanos porque te van a sumar bastante a la experiencia completa de explorar Cuenca y sus alrededores.
Catedral de la Inmaculada Concepción
Para muchos, la Catedral de la Inmaculada Concepción es el icono de Cuenca. Su imagen con las cúpulas azules se mete en la memoria apenas la ves. Construida hace más de un siglo, mezcla estilos que hacen que te quedes un rato admirando su arquitectura robusta y a la vez delicada, con detallitos de arte que no se suelen encontrar en cualquier iglesia.
Detrás de su fachada se esconden historias religiosas y culturales que se remueven en las visitas guiadas, donde entenderás mejor por qué este lugar es tanto un templo para la fe como un símbolo de identidad para los cuencanos. Los horarios para entrar suelen ser flexibles, y si vas temprano o al atardecer, te escaparás de las aglomeraciones y podrás sentir un ambiente más tranquilo y contemplativo.

Mirador de Turi
Subir al Mirador de Turi es una parada casi obligada si quieres llevarte las mejores vistas de Cuenca. Situado en lo alto de una colina, desde ahí podrás abarcar la ciudad completita, con sus calles, iglesias y ese río que le pone cuerpo al paisaje.
Mi consejo es que vayas temprano en la mañana o justo antes del atardecer, porque la luz pinta una escena que parece sacada de postal. Además, alrededor del mirador hay varios puestos donde podrás comprar artesanías o probar alguna botana típica mientras disfrutas el panorama.
En la zona también se organizan actividades culturales y paseos, por lo que si decides quedarte un rato, seguro que encuentras algo interesante para hacer y conectarte más con el ambiente local.

Museo Pumapungo
Este museo es un cofre que guarda el alma ancestral de Cuenca y Ecuador. Sus salas exhiben piezas arqueológicas de culturas precolombinas, tejidos, cerámicas y objetos que cuentan historias de tiempos que parecen lejanísimos, pero que siguen muy vivos en la memoria local.
Además, el museo tiene exposiciones temporales que irán sorprendiéndote con diferentes aspectos del patrimonio, así que cada vez que lo visites, habrá algo nuevo que descubrir. No solo es un lugar para mirar, sino también para entender y valorar la riqueza cultural que se ha mantenido pese a los siglos y cambios.
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AMARU Bioparque Cuenca Zoológico
En las afueras de Cuenca existe un lugar que reúne más que animales: el AMARU Bioparque te lleva a un recorrido donde aprenderás sobre la fauna local y exótica mientras te rodeas de senderos y naturaleza. Aquí no solo verás especies que quizás no imaginabas encontrar en Ecuador, sino también participarás en excursiones culturales que te ayudarán a entender la importancia de conservar estos ecosistemas.
El senderismo dentro del bioparque te ofrece una experiencia relajante, donde el silencio solo es roto por el canto de aves y otros sonidos de la naturaleza. Es un plan ideal si quieres recibir una dosis de frescura y conocimiento mientras paseas sin prisas.

Museo Catedral Vieja
El Museo Catedral Vieja se anida en un edificio que en su momento fue la catedral principal de la ciudad, y cuya historia por sí sola ya vale la pena conocer. Al adentrarte, comprobarás que sus colecciones guardan objetos religiosos y artísticos que relatan episodios de la Cuenca antigua y la evolución de sus tradiciones.
La experiencia a menudo es más que ver piezas —es como viajar en el tiempo y captar la mezcla entre lo sagrado y lo cotidiano que acompaña a la ciudad. Si te interesan las historias que van más allá de lo superficial, este museo te ofrecerá justo eso.
Prohibido Centro Cultural
¿Buscas algo diferente? El Prohibido Centro Cultural es ese lugar en Cuenca donde la creatividad se desborda. Aquí, las exposiciones artísticas, los eventos en vivo y las actividades culturales van de la mano y conectan tanto a artistas como a públicos diversos.
La energía del sitio es contagiosa, con un ambiente que invita a descubrir nuevas expresiones y a sumergirte en la vida cultural local más fresca e innovadora. Si te encuentras en la ciudad y quieres ver algo fuera de lo común, darte una vuelta por el Prohibido te llenará de inspiración.

Plaza Cívica
La Plaza Cívica es uno de esos rincones que guardan la esencia de la vida cuencana. La gente pasa por ahí no solo para caminar, sino para participar en actividades, eventos o simplemente para sentarse y mirar el flujo constante de la ciudad. Su espacio abierto se presta para ferias, conciertos y reuniones espontáneas, haciéndola centro neurálgico del día a día local.
Al visitarla, sentirás ese pulso único que solo tienen las plazas donde se mezclan tradición y modernidad, y donde cada momento puede pasar de la calma a la fiesta en cuestión de minutos. En definitiva, es un lugar ideal para empaparte del ambiente y conocer a fondo la gente que le da vida a Cuenca.

Iglesia El Carmen de la Asunción
La Iglesia El Carmen de la Asunción llama la atención por sus detalles arquitectónicos que reflejan siglos de dedicación y fe. Construida originalmente para servir a la comunidad local, este templo no solo ha funcionado como lugar de culto, sino como un punto de referencia en la historia religiosa y social de Cuenca.
Si decides visitarla, encontrarás horarios flexibles que te permitirán apreciarla tanto de día como de noche, cuando la iluminación resalta sus líneas y contornos. Es un lugar donde la tranquilidad y la espiritualidad se sienten, perfecto para quienes buscan un momento de reflexión en medio del viaje. Además, su colección de arte sacro es un plus que pocos esperan encontrar.

