Qué ver en Oviedo

Si te preguntas qué ver en Oviedo, prepárate para sumergirte en una ciudad donde el pasado y el presente se entrelazan sin esfuerzo. Oviedo no es solo la capital de Asturias, sino un lugar que conserva con cariño su riqueza cultural y su patrimonio, que a veces invita a perderse sin prisas. La ciudad rezuma historia en cada rincón, desde sus calles empedradas hasta esos edificios que parecen contar mil historias de reyes y peregrinos. Además, no se queda atrás en cuanto a ambiente y cultura moderna, haciendo que cualquier visita se sienta completa, ya sea paseando tranquilamente o disfrutando de alguna actividad cultural. Así que, si quieres conocer un destino que combina tradición y vida urbana, Oviedo te va a sorprender en cada paso.
Patrimonio prerrománico y medieval
Cuando hablo del patrimonio prerrománico y medieval de Oviedo, no puedo evitar quedarme un rato contemplando Santa María del Naranco, una joya que está a las afueras de la ciudad, pendiente en la falda del monte Naranco. Este edificio, que data del siglo IX, fue originalmente un palacio real y luego una iglesia, y cada detalle cuenta una historia sobre el arte y la arquitectura del Reino de Asturias. La estructura te mostrará cómo la sencillez celebra la elegancia con sus arcos y bóvedas perfectas, muy distintas a lo que acostumbramos a ver en otras regiones de España.
Al centro de la ciudad, la imponente Catedral de San Salvador no pasa desapercibida. No se trata solo de una construcción gótica; fama y leyendas se han tejido a su alrededor desde la Edad Media. Dentro podrás admirar desde el famoso Santo Sudario hasta sus retablos, que revelan la fe profunda y el stopa histórico que ha guiado la evolución de Oviedo. Este santuario fue un punto clave para el Camino de Santiago, algo que le otorga un valor cultural enorme. Desde sus torres hasta las criptas, cada rincón te contará silenciosamente por qué Oviedo fue y sigue siendo un lugar decisivo para la historia medieval española.
Plazas y espacios emblemáticos

Las plazas de Oviedo son mucho más que simples paradas para sentarse a descansar; son puntos de encuentro donde la ciudad cobra vida. La Plaza del Fontán es probablemente uno de esos lugares que te atraparán a la primera. Allí, rodeado de sus soportales y mercado tradicional, se siente el pulso local, ese pequeño latido que se contagia cuando escuchas conversaciones en asturiano o ves a la gente compartir risas en una terraza. El encanto popular de este lugar ha sobrevivido al paso del tiempo con una naturalidad que casi emociona.
Por otro lado, el Parque de San Francisco ofrece un respiro verde en medio de la ciudad, ideal para desconectar mientras tres esculturas, incluida la famosa Estatua de Mafalda, añaden un toque especial y hasta divertido. Esta pequeña gran parkita no solo es una joya para los amantes de la naturaleza urbana, sino también un lugar que invita a reflexionar y a conectar con la parte más social y cultural de Oviedo. Pasear por aquí te hará entender por qué los ovetenses guardan tanto cariño a estos rincones vivos y cargados de historia.
Museos y cultura contemporánea

Si te tiran más los planes culturales, Oviedo cuenta con museos que consiguen que la tradición se asome sin perder la chispa moderna. El Museo de Bellas Artes de Asturias es buen ejemplo: su colección tiene desde piezas clásicas hasta obras de artistas contemporáneos que seguro harán que te quedes pensando un rato. Además, suelen tener exposiciones temporales que amplían la perspectiva cultural y dan mucho juego a quienes buscan algo más que turismo tradicional.
También, el Centro Niemeyer, aunque está un poco fuera de Oviedo, supone un plus para quienes disfrutan del arte moderno y los eventos culturales, con propuestas variadas que van desde cine a música y teatro. En estos espacios, no solo te mostrarán la historia del arte asturiano, sino que las actividades frecuentes y exposiciones permitirán que te metas de lleno en la cultura actual de la región. La mezcla del viejo y el nuevo te dejará claro cómo Oviedo respira tradición sin encasillarse.
Visitas guiadas y actividades recomendadas
¿Quieres exprimir al máximo tu viaje? Las visitas guiadas por Oviedo te harán saborear cada rincón con mucho más detalle. Desde paseos por el casco histórico hasta rutas especializadas en arte prerrománico o incluso tours gastronómicos, hay opciones para todos los gustos y edades. He visto que estas experiencias suelen animar hasta al más tímido, porque te permiten interactuar con la ciudad de manera distinta, casi como si Oviedo te contara sus secretos al oído.
Además, muchas de estas actividades incluyen excursiones a parajes cercanos o a los sitios más importantes, haciendo que no te pierdas nada esencial. Y si tienes niños o viajas en grupo, hay tours pensados para que la experiencia sea divertida y educativa. En resumen, apuntarte a una de estas visitas es una apuesta segura para no quedarte con las ganas de entender por qué Oviedo tiene tanto para ofrecer.
Gastronomía y tradición culinaria

Una vez que te adentras en la gastronomía de Oviedo, verás que no es solo cuestión de llenar el estómago, sino de disfrutar de sabores que cuentan historias. ¿Todavía no has probado la fabada asturiana? Este plato, contundente y lleno de carácter, te hará sentir lo que es la tradición en un plato. Además, otro imprescindible es el cachopo, con su jugoso relleno y su cobertura crujiente, una delicia que los locales defienden como pocos.
Si te animas a callejear por la ciudad, vas a darte cuenta de que no faltan sidrerías donde la sidra natural se sirve de manera tradicional, casi ritual, y te permitirá vivir una experiencia auténtica. Algunos restaurantes, con raíces familiares y recetas que pasan de generación en generación, te ofrecerán platos contundentes pero caseros, perfectos para reponer fuerzas después de un día pateando las calles ovetenses. Así que prepara el apetito, porque Oviedo se come con los cinco sentidos.
Consejos para visitar Oviedo
Al visitar Oviedo, te sugeriría planificar el viaje en primavera u otoño; la ciudad muestra su mejor cara con un clima agradable y menos turistas, ideal para pasear con calma. En cuanto a moverte, el casco histórico es compacto, por lo que andar resulta cómodo y te permite descubrir sorpresas inesperadas a la vuelta de cada esquina. Si quieres aventurarte más allá, el transporte público es efectivo y conecta bien con los alrededores.
Para aprovechar al máximo el tiempo, intenta madrugar, especialmente si te interesa visitar museos o sitios con aforo limitado. No te olvides de llevar ropa cómoda porque querrás patear bastante, y algún impermeable ligero; el tiempo en Asturias puede cambiar rápido. Por último, no dudes en hablar con los locales: su recomendación es oro puro y probablemente te revele rincones que no aparecen en ninguna guía.
