La década de los sesenta fue una época de cambios y transformaciones, especialmente en lo que se refiere al mundo de la aviación. Si bien hoy en día volar es una actividad común y corriente, en aquel entonces era un verdadero lujo al alcance de pocos. En este artículo, te contaremos 7 cosas que probablemente no sabías sobre cómo era volar en los años sesenta.

1. El glamour y la elegancia eran la norma

En la década de los sesenta, viajar en avión era sinónimo de lujo y sofisticación. Las aerolíneas se esmeraban por ofrecer un servicio de primera clase, con comidas gourmet, asientos reclinables y amplias cabinas. Los pasajeros se vestían con sus mejores galas para subir a bordo, y los uniformes de los asistentes de vuelo eran elegantes y sofisticados.

2. Las medidas de seguridad eran mucho más relajadas

Hoy en día, pasar por el control de seguridad antes de abordar un avión es una tarea rutinaria y a veces tediosa. Pero en los años sesenta, las medidas de seguridad eran mucho más relajadas. Los pasajeros podían llevar consigo objetos peligrosos como navajas y tijeras sin que nadie se lo impidiera.

3. El humo era una constante

Si eras fumador, los años sesenta eran una época dorada para ti. En aquel entonces, estaba permitido fumar en los aviones, lo que significaba que el humo era una constante en las cabinas. Muchas aerolíneas incluso ofrecían cigarrillos y tabacos de cortesía a sus pasajeros.

4. Los aviones eran mucho más ruidosos

Si has volado recientemente, seguro te habrás dado cuenta de lo silencioso que es un avión moderno en comparación con uno de hace algunas décadas. En los años sesenta, los aviones eran mucho más ruidosos, lo que significaba que los pasajeros tenían que soportar un constante zumbido durante todo el vuelo.

5. Las turbulencias eran mucho más comunes

Hoy en día, los aviones están equipados con tecnología de última generación que les permite sortear las turbulencias con facilidad. Pero en los años sesenta, las turbulencias eran mucho más comunes, lo que significaba que los pasajeros debían prepararse para un vuelo mucho más movido.

6. Los asistentes de vuelo eran mucho más jóvenes

En los años sesenta, los asistentes de vuelo eran en su mayoría mujeres jóvenes y solteras, que eran contratadas por su atractivo físico y su carisma. Muchas de ellas eran modelos o actrices en ciernes, y su trabajo consistía en hacer que los pasajeros se sintieran cómodos y atendidos durante todo el vuelo.

7. Los precios eran mucho más elevados

Por último, pero no menos importante, es importante mencionar que en los años sesenta volar era mucho más caro que en la actualidad. Los precios eran prohibitivos para la mayoría de las personas, lo que significaba que sólo los más adinerados podían permitirse el lujo de viajar en avión.

En conclusión, volar en los años sesenta era una experiencia muy diferente a la que estamos acostumbrados hoy en día. Si bien había ciertos lujos y comodidades que ya no existen, también había inconvenientes y limitaciones que hoy en día han desaparecido. ¿Te animarías a viajar en el tiempo y experimentar cómo era volar en los años sesenta?

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