Si alguna vez has visitado Bermudas, es probable que hayas notado algo peculiar: todos los techos de las casas son de color blanco. A diferencia de otros lugares del mundo, donde los techos pueden ser de cualquier color, en Bermudas es una tradición ancestral que todos los techos sean blancos. Pero, ¿por qué?
La respuesta histórica
La respuesta a esta pregunta se remonta al siglo XVII, cuando los primeros colonos ingleses llegaron a las islas Bermudas. En ese momento, las casas estaban construidas con techos de paja y hojas de palma, que eran muy susceptibles a los incendios y atraían a las termitas. Para proteger sus hogares, los colonos comenzaron a experimentar con diferentes materiales para los techos, y finalmente descubrieron que el yeso blanco era el más efectivo.
El yeso blanco era un material duradero y resistente al fuego, y también tenía la ventaja de reflejar el calor del sol, lo que mantenía las casas más frescas en el clima cálido de Bermudas. Como resultado, se convirtió en el material de elección para los techos de las casas en las islas.
La tradición continua
Aunque el yeso blanco ya no es el material más común para los techos en Bermudas (ahora se utilizan baldosas de cemento), la tradición de pintar los techos de blanco ha persistido. En parte, esto se debe a la historia y la herencia cultural de la isla, pero también tiene una función práctica.
El blanco sigue siendo una buena opción para los techos en Bermudas porque refleja la luz del sol y, por lo tanto, ayuda a que las casas se mantengan frescas en el clima tropical. Además, el blanco es un color neutral que se adapta a cualquier estilo de casa, lo que significa que no hay necesidad de preocuparse por la combinación de colores.
Entonces, ahí lo tienes: la razón por la que todos los techos de Bermudas son blancos. Desde su origen histórico hasta su función práctica, la tradición ha persistido durante siglos y ha llegado a definir la estética de las casas en la isla. La próxima vez que visites Bermudas, sabrás la razón detrás de esta peculiaridad, y quizás incluso apreciarás aún más la belleza de los techos blancos.