Qué ver en Badajoz: guía completa 2025
Si te pones a pensar en Badajoz, quizá no sea la ciudad más famosa de España, pero te aseguro que guarda un montón de sorpresas que no te esperas. Tanto la ciudad como su provincia rebosan historia, cultura y lugares donde podrás desconectar y pasar un buen rato. Desde murallas que parecen haberse resistido al paso del tiempo hasta parques donde las familias se reúnen a disfrutar del aire libre, aquí vas a encontrar de todo.
No importa si eres de los que se pierden en las piedras de un monumento o más bien buscas la tranquilidad entre árboles y fuentes, Badajoz ha sido ese lugar que me dejó con ganas de más. Así que prepárate para descubrir qué ver en Badajoz porque te llevaré de la mano por sus rincones más auténticos, esos que no suelen salir en todos lados, pero que te van a dejar un recuerdo que querrás contar.
Monumentos históricos imprescindibles
Cuando uno pisa Badajoz, la Alcazaba es el primer canto de historia que te abraza. Esa fortaleza, con sus muros anchos y sus torres que vigilan toda la ciudad, no es sólo una construcción cualquiera. Cuenta la leyenda que la torre llamada Espantaperros adquirió ese nombre por un ruido tan fuerte que espantaba a los perros que intentaban acercarse, y créeme, da que pensar en el poder que tenía ese lugar. Al recorrerla, notas la mezcla entre batallas antiguas y la tranquilidad del presente.
Luego está la Plaza Alta, que para mí es uno de esos sitios donde parece que el tiempo se hubiera tomado unas vacaciones. Sus casas con colores vivos y balcones llenos de flores invitan a perderse un rato sin prisa. No te olvides de mirar hacia arriba porque cada fachada tiene su encanto, y la mezcla de estilos refleja cómo Badajoz ha sido cruce de caminos y culturas.
Por supuesto, la Catedral de San Juan Bautista no se queda atrás. Su fachada, con un aire sobrio pero elegante, te promete una visita que va más allá de lo visual. Dentro, sentirás la calma profunda que caracteriza a estos templos, un sitio donde la historia y la fe se dan la mano. Y si eres fan de la arqueología, el Templo de Diana es ese enlace directo con la antigüedad romana, donde las columnas aún hablan de grandes épocas y misterios.
Para sacarle el máximo provecho, vale la pena que planees las visitas a primera hora o al atardecer; así evitarás las horas de más calor y las fotos te quedarán de película. Por experiencia, conviene llevar calzado cómodo porque estas piedras viejas piden paso firme y ganas de explorar.