Qué ver en Bilbao 2025
Bilbao es una ciudad que, sin hacer mucho ruido, se ha convertido en uno de esos sitios que guardan tesoros culturales y rincones con sabor especial. Aquí no solo vas a encontrar un casco antiguo con historia a raudales, sino que también te toparás con arte que rompe esquemas y espacios verdes que te permiten desconectar sin salir de la ciudad. En este viaje, te llevaré por esos lugares que debes marcar sí o sí en tu mapa al visitar Bilbao. ¿Preparado para descubrir esa mezcla entre tradición y modernidad que solo Bilbao sabe ofrecer?
Museo Guggenheim Bilbao

El Museo Guggenheim de Bilbao es de esos sitios que, aunque hayas visto mil fotos, nada te prepara para la sensación que se siente al estar frente a su estructura. Este edificio es obra de Frank Gehry y su estilo retorcido y futurista le puso un buen par de peldaños por encima de los museos convencionales. Ya una vez dentro, la colección de arte moderno y contemporáneo que alberga te transportará por corrientes y artistas que han marcado la pauta mundial. Fotografías, esculturas, installations que llegan a tocar lo inesperado; la exposición cambia, así que cada visita puede ser una sorpresa. El museo abre sus puertas de martes a domingo, de 11 de la mañana a 7 de la tarde, y te aconsejo llegar temprano o a última hora para evitar aglomeraciones. También vale la pena reservar la entrada anticipada para no quedarte sin plaza y aprovechar el tiempo para empaparte bien de todo lo que allí se cuece.
Casco Viejo de Bilbao

Si lo que buscas es viajar en el tiempo sin moverte mucho, el Casco Viejo de Bilbao será ese refugio perfecto. Calles peatonales que te invitan a pasear lentamente, una mezcla de tienditas con encanto y bares donde el olor a pintxos recién hechos te tentará a cada paso. Ese barrio es el punto donde la historia se siente viva, donde encontrarás la Catedral de Santiago y plazas que guardan historias del Bilbao más auténtico. Eso sí, no te dejes estresar y camina sin prisa; lo mejor es dejarse llevar, meterse en un bar a tapear o perderse entre los puestos de mercado. La combinación entre tradición y una pizca de modernidad ha hecho que ese barrio mantenga su esencia pero a la vez se apriete al presente, algo que se nota en la vibra del día a día y en la sonrisa de sus gente.
Mercado de la Ribera
![]()
Junto a la ría, el Mercado de la Ribera no es sólo un lugar para hacer la compra; aquí la gastronomía local y la vida se fusionan de una manera única. Fundado a principios del siglo XX, este mercado es uno de los más grandes cubiertos de Europa y ha sido testigo de cómo Bilbao ha crecido y cambiado. Al entrar, te golpea ese olor cargado a mar que proviene de los puestos de pescado, pero también la frescura de frutas, verduras y carnes. Si te animas a visitarlo un sábado por la mañana, vivirás un ambiente vibrante, con gente comprando para su mesa y turistas husmeando las delicias locales. Para saborear el mercado, te recomiendo aparcar el plan del reloj; déjate llevar por el bullicio, prueba algún queso o los famosos pintxos que algunos puestos venden y, sobre todo, habla con los vendedores: seguro que te cuentan alguna historia sobre sus productos o la ciudad.
Otros museos destacados

Más allá del Guggenheim, Bilbao esconde varios museos que no siempre reciben toda la atención que merecen, pero que valen mucho la pena. Por ejemplo, el Museo Arqueológico, Etnográfico e Histórico Vasco, situado en un antiguo convento, mezcla historia y cultura local de un modo que te facilitará entender cómo ha sido la evolución de esta tierra. También puedes pasarte por el Museo de Bellas Artes, con una colección que incluye desde clásicos españoles hasta arte moderno, o el Museo Marítimo Ría de Bilbao, que muestra la relación íntima que siempre ha tenido la ciudad con el mar y el río. Estos espacios te aportarán matices y contextos más profundos sobre Bilbao, más allá de la imagen moderna que muchos tienen de la ciudad.
Espacios culturales y eventos

La agenda cultural de Bilbao no se detiene casi nunca. Desde festivales internacionales de música y cine hasta exposiciones temporales o performances en espacios públicos. Por si fuera poco, se han puesto muy en moda los cruceros con gastronomía, donde puedes aprender a preparar pintxos acompañados de rutas de vino local, un plan perfecto para sentirte parte de la experiencia vasca y no solo un espectador. Igual te animas a participar en talleres o actividades que organizan durante el año y que te permiten empapar de la cultura local mientras te diviertes. Consulta siempre el calendario local cuando planees tu visita: seguro que coincidís con algún evento que potencie aún más tu viaje.
Parques y espacios al aire libre

Para tomar un respiro del bullicio urbano, Bilbao ofrece zonas verdes que invitan a la calma. El Parque de Doña Casilda Iturrízar es el pulmón verde más emblemático, perfecto para un paseo al atardecer o incluso para sentarte a leer un libro bajo el árbol. Además, hay otros espacios como el Jardín Botánico o el parque Etxebarria, que sube a una colina y te regala vistas panorámicas para morirse de bonitas. Pasear por estos lugares te dará la sensación de que la ciudad se alarga y se mezcla con la naturaleza, y es una forma genial de recargar pilas antes de seguir explorando las calles.
Arquitectura y lugares emblemáticos
![]()
Si te fijas, Bilbao es una ciudad donde la arquitectura es casi un arte callejero. Además del Guggenheim, te toparás con puentes que parecen esculturas sobre la ría, plazas donde el pasado se mezcla con el presente y edificios históricos que cuentan mil historias. El Puente Zubizuri con su diseño moderno, o el Teatro Arriaga con su aire neoclásico, son sólo ejemplos de la variedad arquitectónica que te espera. No dejes de admirar el Palacio Euskalduna, uno de los centros culturales más importantes, y el Bilbao Arena para complementar tu recorrido visual y cultural. Cada esquina tiene algo que contar, y si abres bien los ojos, seguro que descubres detalles que otros turistas pasan por alto.
Consejos para visitar Bilbao
Moverse por Bilbao es más sencillo de lo que parece, el transporte público está bastante bien conectado y caminar por el centro te permitirá empaparte de la ciudad en cada paso. La mejor época para visitar suele ser la primavera y el otoño, cuando el clima es suave y la ciudad no está llena a rebosar de turistas. En cuanto a comida, déjate llevar por los pintxos, pero no te quedes solo en lo típico; pregunta a los locales por sus sitios favoritos, que suelen guardar joyas en pequeñas tabernas de barrio. Por último, intenta llevar calzado cómodo porque las cuestas y el casco antiguo te harán sudar un poco, pero el esfuerzo seguro te recompensará con creces. Bilbao es una ciudad en la que cada rincón merece un buen paseo y una buena historia para contar.
