La historia de Juliane Koepcke es una de las más impactantes y conmovedoras de la supervivencia humana. En diciembre de 1971, cuando tenía solo 17 años, Juliane sobrevivió a una caída de avión en la densa selva amazónica, en Perú.
El accidente
Juliane viajaba con su madre, María, en un vuelo comercial de Lima a Pucallpa. Sin embargo, el avión se encontró con una tormenta eléctrica y se partió en el aire, cayendo desde una altura de más de 3 kilómetros. Milagrosamente, Juliane sobrevivió a la caída, pero quedó sola y desorientada en el medio de la selva.
La lucha por la supervivencia
Juliane pasó 11 días en la selva, luchando por sobrevivir con pocas herramientas y sin comida ni agua. Logró caminar varios kilómetros, atravesando ríos y pantanos, hasta que finalmente encontró un río más grande y decidió seguirlo.
En el camino, Juliane se alimentó de frutas y plantas que encontraba en la selva, pero también tuvo que enfrentarse a peligros como serpientes, insectos y otros animales salvajes. Además, tuvo que soportar el dolor de las heridas y fracturas que sufrió en la caída del avión.
El rescate
Finalmente, después de varios días caminando por el río, Juliane fue encontrada por un grupo de madereros locales que la llevaron a un puesto militar cercano. Desde allí fue trasladada a un hospital en Pucallpa, donde se reencontró con su padre que había viajado desde Lima para buscarla.
La vida después del accidente
La historia de Juliane Koepcke ha sido contada en libros y películas, pero su experiencia en la selva tuvo un impacto duradero en su vida. Después del accidente, Juliane se convirtió en una defensora de la conservación de la selva amazónica y trabajó como investigadora y guía turística en la región.
La historia de Juliane Koepcke es un ejemplo inspirador de la capacidad humana de sobrevivir y superar las adversidades. Su valentía y determinación en la selva amazónica son un recordatorio de la importancia de la fuerza de voluntad y la resiliencia en momentos difíciles.
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Angel 
Yousef Ranzi