El 31 de agosto de 1986, México vivió uno de los momentos más tristes en su historia de la aviación. Un vuelo comercial se estrelló en una zona montañosa de Nuevo León, dejando un saldo de 167 víctimas mortales.
¿Qué sucedió aquel fatídico día?
El vuelo 498 de Aeroméxico, operado por un DC-9, despegó del aeropuerto de la Ciudad de México con destino a Los Ángeles. La tripulación estaba compuesta por dos pilotos y cuatro auxiliares de vuelo, y a bordo viajaban 158 pasajeros, en su mayoría turistas mexicanos y estadounidenses.
El avión siguió su ruta sin incidentes hasta que llegó a la ciudad de Monterrey. Allí, la aeronave se encontró con un jet privado estadounidense que volaba en dirección opuesta. El controlador de tráfico aéreo ordenó a ambos aviones cambiar de rumbo para evitar una colisión, pero, por razones que aún se desconocen, el DC-9 de Aeroméxico y el jet privado chocaron en el aire.
Ambas aeronaves se desintegraron en el aire y cayeron en la Sierra Madre Oriental. La mayoría de los pasajeros y tripulantes murieron en el acto, y los pocos que sobrevivieron a la caída fallecieron poco después debido a la gravedad de sus heridas.
¿Cuáles fueron las causas del accidente?
El accidente del vuelo 498 de Aeroméxico sigue siendo uno de los más enigmáticos en la historia de la aviación. A pesar de las numerosas investigaciones y análisis, las causas exactas del choque aún no se han determinado con certeza.
Se sabe que el controlador de tráfico aéreo de Monterrey cometió un error al ordenar a ambos aviones cambiar de rumbo al mismo tiempo. También se ha especulado que el jet privado estadounidense estaba volando a una altitud diferente a la que había reportado al control de tráfico aéreo.
Además, algunos expertos han señalado que las condiciones climáticas en la zona montañosa donde se produjo el choque pueden haber contribuido a la tragedia, ya que la densa neblina pudo haber dificultado la visibilidad de los pilotos.
Impacto en la aviación mexicana
El accidente del vuelo 498 de Aeroméxico fue un golpe devastador para la aviación mexicana. En aquel momento, fue el peor accidente aéreo registrado en el país y uno de los más mortales en todo el mundo.
El suceso llevó a una revisión exhaustiva de los procedimientos de control de tráfico aéreo en México, y se implementaron nuevas medidas de seguridad para evitar accidentes similares en el futuro. También se llevaron a cabo mejoras en la capacitación de los pilotos y el personal de tierra.
La tragedia del vuelo 498 de Aeroméxico sigue siendo una herida abierta en la historia de la aviación mexicana. Aunque han pasado más de 30 años desde el accidente, las causas exactas siguen siendo objeto de debate y especulación.
Sin embargo, lo que es indudable es que aquel fatídico día de agosto de 1986 dejó una marca indeleble en la memoria de los mexicanos y en la historia de la aviación mundial.
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Angel 
Manuel 
Yousef Ranzi