Qué ver en Las Palmas de Gran Canaria

Si me preguntas por una ciudad donde puedas sentir que caben varias en una sola, yo te diría que Las Palmas de Gran Canaria encaja a la perfección. Esta ciudad tiene un rollo multicultural que no se encuentra en cualquier parte: mezcla tradiciones españolas, influencia africana y ese toque latinoamericano que llega con el buen clima, sus playas y su gente. Además, como amante de la historia, me enamoré de sus calles donde parece que el tiempo se ha detenido gracias a sus rincones llenos de historias que aún se cuentan. No solo eso, las playas son un auténtico lujo para quien quiera olvidarse del estrés o simplemente disfrutar del sonido de las olas mientras el sol te acaricia la piel. Ya sea que quieras explorar su patrimonio, darte un chapuzón, o perderte por sus calles a ritmo lento, Las Palmas siempre tendrá algo que sorprenderte y hacer que repitas la visita.

Playa de Las Canteras

Playa de Las Canteras en Las Palmas de Gran Canaria

Si existe un lugar que te hará entender por qué Las Palmas es famosa por sus playas, ese es Las Canteras. No es una playa cualquiera; es la joya urbana del litoral canario. Pasear por su orilla se convierte en todo un plan, con un paseo marítimo que invita a andar sin prisa, viendo a su gente disfrutar de sus ratos libres. Lo que la hace especial no solo es la arena o sus aguas, sino cómo se ha conservado. La barrera natural que forma la barra arenosa protege el agua, haciendo que bañarte parezca sumergirte en una piscina gigante de agua salada. Además, para los que van con ganas de moverse, las opciones de deportes acuáticos aquí no se acaban: desde el surf al snorkel, he visto gente de todas las edades lanzarse a la aventura. Por cierto, no dejes de asomarte a alguno de los chiringuitos a degustar un buen pescado fresco o simplemente tomar una cerveza mientras cae la tarde. La playa se hará un imprescindible en tu viaje, y créeme, volverás.

Vegueta, el casco histórico

Calle peatonal y arquitectura colonial en Vegueta, Las Palmas

Descubrir Vegueta es como abrir un libro antiguo que te narra la historia de Las Palmas sin pasar página. Este barrio histórico, con sus calles peatonales llenas de vida, me recordó que pasear no es solo andar, sino dejar que cada rincón te cuente algo. La arquitectura colonial te lleva a otra época, pero sin perder la chispa de la ciudad moderna; casas claras, balcones de madera, y plazas donde sentarte a ver pasar el tiempo y a la gente, que aquí respira historia. Entre sus calles encontrarás restaurantes que mantienen viva la tradición culinaria canaria, con sabores que te agarran el paladar y no te sueltan fácilmente. No te pierdas la Casa de Colón, un monumento que nos acerca a la llegada de Cristóbal Colón y que da para mucho más que una fotografía. En resumen, Vegueta mezcla cultura, buen comer y todas esas historias que hicieron a Las Palmas lo que es hoy. Verlo todo da para una jornada, incluso más si te animas a sentarte en alguna terraza y dejar que el barrio te atrape.

Poema del Mar

Interior del acuario Poema del Mar en Las Palmas

He de confesar que Poema del Mar superó mis expectativas, y no es solo otro acuario cualquiera. Este centro marino es una invitación a sumergirte en la vida marina sin mojarte (bueno, solo un poco con las gotas de asombro). Las grandes pantallas acuáticas, sus pasillos de cristal y la variedad de especies hacen que te olvides del reloj y simplemente disfrutes. Lo que también me gustó es que todo está organizado para que puedas tomarte tu tiempo, por eso te recomiendo que no vayas con prisas. Hay una zona con cafetería donde podrás sentarte, tomar algo y volver a explorar sin que parezca una carrera. Los horarios son flexibles para que encaje en tu agenda y las entradas no te romperán el bolsillo, lo que siempre se agradece cuando viajas. Sin duda, si te gusta la naturaleza o vas con niños, será uno de esos planes que recordarás con una sonrisa de esas que no se borran.

Mercado del Puerto

Detalle y cúpula del Mercado del Puerto en Las Palmas

Una parada obligatoria para quien quiere probar de verdad el pulso local es el Mercado del Puerto. Este mercado no solo vende productos, vende una experiencia en toda regla. Siempre hay puestos rebosantes de frutas frescas, quesos artesanales y, claro, ese pescado recién sacado del mar que en Las Palmas es santo y seña. Aquí se respira un ambiente que mezcla lo tradicional con la alegría del día a día; familias comprando, turistas curioseando y amigos tomando algo en un rincón. Además, es el lugar perfecto para hacer una pausa gastronómica, porque no solo hay mercado de pescado o verduras, sino también bares con tapas que te harán olvidar que estás en un mercado y no en un restaurante con estrella (bueno, casi). Llegar hasta aquí es fácil y seguro que lo recordarás como uno de esos sitios donde hay que ir sí o sí.

Catedral de Santa Ana

Catedral de Santa Ana en Las Palmas de Gran Canaria

Cuando piensas en catedrales, seguro te vienen a la mente grandes edificios majestuosos que te hacen sentir pequeñito, ¿verdad? Pues la Catedral de Santa Ana no se queda corta, y en Las Palmas es un referente. Su historia se extiende siglos atrás y su arquitectura cuenta con varias etapas, mostrando cómo la ciudad fue creciendo en torno a ella. Al visitarla, te toparás con detalles artísticos muy bien conservados, esculturas y vitrales que te hablan de épocas pasadas sin que el tiempo parezca haberlas tocado mucho. Además, pasear por sus alrededores y la plaza donde está situada aporta un estilo de vida tranquilo que te permite desconectar. Si te animas a entrar, comprueba los horarios para no llevarte la decepción de verla solo por fuera. Para mí, fue una de esas visitas que enriquecen el paseo cultural y que te dejan con ganas de seguir explorando.

Parque de Santa Catalina

Parque de Santa Catalina en Las Palmas

¿Imaginas un lugar en medio de la ciudad donde poder desconectar, hacer planes con amigos o simplemente sentarte a leer bajo la sombra de un árbol? Eso es el Parque de Santa Catalina. Este espacio verde es un clásico en Las Palmas y suele ser el punto de encuentro para muchos eventos culturales o simplemente para disfrutar de un rato tranquilo. Ya sea un concierto improvisado, una feria o una tarde cualquiera, el parque tiene esa vibra relajada que necesitas para bajarte del ritmo turístico intenso. También he visto a familias, parejas y gente de todas las edades pasar por aquí, y si tienes la suerte de coincidir con algún mercadillo o feria, seguro te llevarás un recuerdo único en forma de producto local o sonrisa amiga. En definitiva, el parque te dará ese respiro que necesitas entre paseos y exploraciones.

Otros puntos de interés en Las Palmas

Además de los lugares que te he contado, Las Palmas guarda un buen puñado de rincones que merecen una visita. Por ejemplo, el Museo Canario te contará la historia prehispánica de la isla de una manera muy cercana, haciendo blanco en la cultura que vivía aquí antes de la llegada de los europeos. No te pierdas tampoco la animada Plaza de Cairasco, ideal para sentarte a tomar algo en alguno de sus bares tradicionales y ver el bullicio local. Y si te gustan las vistas, busca alguno de los miradores que la ciudad ofrece, como el de la Mesa Mota, que te regaló panorámicas que me dejaron sin aliento. Está claro que cada rincón tiene su encanto y que a cada paso Las Palmas se muestra como una ciudad donde hay mucho por descubrir, en todo momento y para cualquier tipo de viajero.

Consejos para visitar Las Palmas

Si quieres sacar el máximo provecho a tu visita, te dejo algunos consejillos que me hubiera gustado escuchar antes. La mejor época para visitar suele ser entre septiembre y noviembre, cuando el clima es suave y la ciudad menos abarrotada. En cuanto al transporte, Las Palmas cuenta con una red de guaguas (autobuses) bastante eficiente, pero también te recomiendo alquilar una bici o simplemente caminar: la ciudad se disfruta mucho al ritmo que tú pongas. No olvides llevar calzado cómodo para sus calles empedradas y protegerte bien del sol, porque aunque el aire atlántico refresca, los rayos no perdonan. Y si te animas a probar la gastronomía local, no te vayas sin probar las papas arrugadas con mojo, un clásico que te hará repetir. Al final, conocer una ciudad es tan personal como sus rincones favoritos, por eso te animo a perderte sin miedo, porque en Las Palmas siempre habrá algo nuevo que descubrir.

por Angel

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