Qué ver en Logroño

Si te preguntas qué ver en Logroño, déjame contarte que esta ciudad no te va a defraudar. Conocida por su rica cultura, su gastronomía auténtica y una historia que se respira en cada esquina, Logroño se revela como un destino perfecto para quienes disfrutan tanto de un buen vino como de paseos relajados entre calles llenas de vida. La ciudad me ha sorprendido más de lo que esperaba: sus bares rebosan de sabor, sus monumentos muestran un pasado fascinante y, además, la amabilidad de su gente te hace sentir como en casa desde el primer momento.

La mezcla de tradiciones y modernidad te dejará con ganas de descubrir más. La cultura aquí no se guarda, se comparte, y la cocina que acompaña cada experiencia cultural es el remate. Así que prepárate para un viaje donde la historia, la fiesta y la buena mesa se van a cruzar en cada paso que des por Logroño.

Las mejores atracciones en Logroño

Explorar Logroño es un paseo por una mezcla perfecta de naturaleza, historia y sabores que se quedan en la memoria. En el casco antiguo, las calles se entrelazan para mostrarte plazas acogedoras y rincones con encanto, ideales para sentarte y observar el ir y venir de la gente.

No puedes perderte la Concatedral de Santa María de la Redonda, con sus dos torres gemelas que dominan el horizonte y un interior que guarda arte para rato. Si te va más la naturaleza, el parque del Espolón es un oasis verde perfecto para relajarte y desconectar un rato del bullicio, con esculturas y fuentes que le suman un plus al paseo.

Y hablando de buen ambiente, la Calle Laurel es la meca de las tapas; un lugar donde cada bar tiene su propia especialidad, y tú vas haciendo ruta hasta que decidas parar (aunque yo te adelanto que te costará). Porque, ojo, aquí la gastronomía no solo se prueba, se vive. Además, en Logroño no dejan de sucederse eventos culturales, por lo que seguro que pillarás algo interesante durante tu visita.

Alrededores de Logroño: pueblos con encanto

Si tienes ganas de salir un poco de la ciudad, los alrededores de Logroño están llenos de pueblos que merecen una escapada. Son localidades con ese sabor especial, donde el tiempo parece ir más despacio y las tradiciones se preservan con mimo. Aquí la cultura y el vino se sienten en el aire, haciendo que cualquier excursión se convierta en una experiencia para recordar.

Algunos de estos pueblos destacan no solo por su belleza sino también por sus bodegas históricas, donde se puede aprender de primera mano cómo se elabora el famoso vino Rioja. Además, sus calles y monumentos exhiben un patrimonio cultural rico, perfecto para quienes disfrutan de combinar visitas culturales con experiencias enológicas. Vale la pena hacer una escapada para ver todo esto de cerca y descubrir rincones menos conocidos pero llenos de vida y color.

Briones y su Bodega Vivanco

Briones es uno de esos pueblos que conquista a quien lo pisa. Está al ladito de Logroño y su esencia vitivinícola se siente a flor de piel. El Museo de la Cultura del Vino Vivanco es una parada obligatoria si te gusta el vino y quieres entenderlo más allá de la copa. Allí, podrás recorrer exposiciones llenas de historia, arte y tecnología que te sumergirán en el mundo del vino desde otro punto de vista, mucho más fascinante de lo que te imaginas.

Además, la bodega Vivanco, junto al museo, ofrece visitas guiadas donde la cata de vinos se convierte en una experiencia multisensorial. Sus viñedos y las instalaciones modernas se combinan para que la visita te deje buen sabor de boca y ganas de volver a Briones una y otra vez.

Bodega Vivanco en Briones

Otros pueblos recomendados

No te quedes solo con Briones, porque la región que rodea Logroño está llena de pequeños pueblos que no solo encantan por sus calles y plazas, sino también por su relación con el vino y la cultura local. Haro, por ejemplo, es otro clásico del enoturismo, conocido por sus bodegas y su festival del vino que anima a todo el mundo a salir a la calle y brindar.

Además, localidades como Laguardia o San Vicente de la Sonsierra aportan castillos, iglesias y rincones históricos que te harán sentir que viajas en el tiempo. Cada uno tiene su encanto, su ritmo y, cómo no, su propia oferta gastronómica y enológica para que disfrutes a tope de la experiencia riojana.

Paisaje de pueblos cercanos a Logroño

Bodegas emblemáticas en Logroño

En Logroño, las bodegas no se quedan atrás. Aquí, la tradición del vino Rioja pisa fuerte y algunas bodegas son casi míticas para los amantes del buen vino. Visitar una bodega no es solo catar vinos, sino entender la historia y el empeño que hay detrás de cada botella.

Las bodegas han ido renovándose con el tiempo, abriendo sus puertas para ofrecer visitas guiadas donde educan y entretienen. Desde catas en antiguas cuevas hasta experiencias modernas con todo tipo de tecnologías, hay para todos los gustos. Entre las más destacadas, Marqués de Murrieta, Franco Españolas y Campo Viejo brillan con luz propia, no solo por su legado sino también por el ambiente que se respira cuando entras en estos templos del vino.

Bodegas emblemáticas en Logroño

Marqués de Murrieta

Marqués de Murrieta es una de las bodegas pioneras en Rioja, con historia que se remonta al siglo XIX. La finca y sus edificios históricos te transportan a otra época, y la visita guiada permite conocer tanto las técnicas tradicionales como los vinos que han marcado un antes y un después en la región.

Entre sus vinos, destacan los clásicos que han ganado reconocimiento mundial, y durante la visita, no te faltará la oportunidad de catar algunos de ellos en un ambiente que respira elegancia y tradición.

Botellas de vino Marqués de Murrieta

Bodegas Franco Españolas

Esta bodega se lleva más de un siglo trabajando en el corazón de Logroño. Franco Españolas destaca por mantener un equilibrio entre la tradición y la modernidad. Sus vinos expresan el carácter del terruño riojano con vinos con personalidad propia, que los visitantes podrán descubrir durante sus recorridos.

La arquitectura de la bodega y sus espacios para eventos también suman un toque especial, haciendo que la visita tenga ese punto diferente y destacable.

Bodegas Franco Españolas en Logroño

Bodegas Campo Viejo

Campo Viejo es sinónimo de modernidad y producción a gran escala, pero sin perder la calidad que se espera de un Rioja. Su bodega sirve para adentrarte en el proceso moderno del vino, con instalaciones vistosas y una visita pensada para que aprendas y disfrutes en un ambiente abierto y fresco.

Sus vinos, sobre todo algunos de sus reservas y jóvenes, se han convertido en un referente tanto nacional como internacional, y la experiencia en la bodega te ayudará a entender por qué.

Botellas de vino de Bodegas Campo Viejo

Calle del Laurel, epicentro gastronómico

Si hay un lugar en Logroño donde la gastronomía toma el protagonismo absoluto, ése es la Calle del Laurel. Este rincón rebosa vida y buen rollo cada día, especialmente por la tarde y noche, cuando locales y visitantes se lanzan a hacer una ruta de pinchos que no se olvida fácil.

Los bares aquí compiten no solo en calidad, sino en creatividad, y pasar por varios locales para probar diferentes tapas es todo un ritual para los amantes de la comida auténtica. Te encontrarás desde clásicos como las verduras a la brasa hasta creaciones más atrevidas, todo acompañado de buen vino Rioja y un ambiente que se contagia. La calle es un hervidero de risas, charlas y sabores que te harán volver más veces de lo que pensabas.

Cartel Calle Laurel en Logroño

Patrimonio y monumentos destacados

Logroño cuenta con un patrimonio que va más allá de sus vinos y tapas. Sus monumentos y espacios históricos hablan de una ciudad con raíces profundas y un pasado que se ha ido tejiendo entre guerras, arte y religión. Pasear por sus calles es también un viaje a la historia, donde cada esquina tiene una historia que contar y cada plaza guarda secretos centenarios.

Los monumentos más importantes reflejan la identidad logroñesa, con una arquitectura que combina estilos y épocas. Visitarlos te dará otra dimensión de la ciudad y te hará comprender mejor su personalidad y esa mezcla que hace que Logroño sea única.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Esta iglesia, situada en Briones pero muy representativa de la zona, es un ejemplo claro de la arquitectura religiosa típica que ha marcado buena parte de la Rioja. Su fachada meridional, con detalles góticos y renacentistas, invita a detenerse y admirar el cuidado que hubo en su construcción.

El interior guarda retablos y elementos que te permitirán conectar con la esencia religiosa y cultural de la población, además de ofrecer un espacio tranquilo donde la historia se siente cercana.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Briones

Otros monumentos imprescindibles en Logroño

Además de la iglesia, la ciudad cuenta con varios monumentos que vale la pena incluir en tu ruta. El Monumento a Espartero es uno de esos iconos de la ciudad, representando una parte importante de su historia política y social.

Otros edificios históricos, plazas y espacios culturales completan este mapa patrimonial que te obligará a sacar fotos y vivir el ambiente auténtico que Logroño regala a quienes se toman su tiempo para recorrerla.

Monumento a Espartero en Logroño

por Angel

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