La ciudad sumergida de Yonaguni es uno de los enigmas más fascinantes de la arqueología submarina en todo el mundo. Se encuentra en la costa de la isla japonesa de Yonaguni, a unos 100 kilómetros al oeste de Taiwán. La ciudad es un complejo de estructuras de piedra que se extienden por un área de más de 300 metros cuadrados, con paredes de hasta 25 metros de altura y escaleras, pasajes y plazas que sugieren que en algún momento fue un centro urbano habitado por seres humanos.

La controversia sobre su origen

Desde que se descubrió la ciudad en 1986, ha habido un intenso debate sobre su origen. ¿Fue construida por el hombre o es un fenómeno natural? Algunos expertos argumentan que las estructuras son simples formaciones rocosas erosionadas por el agua y el viento, mientras que otros creen que son evidencia de una civilización antigua desconocida, tal vez incluso de la legendaria isla de Mu.

Los argumentos a favor de la construcción humana

Los defensores de la teoría de la construcción humana señalan que las estructuras tienen formas y patrones que son difíciles de explicar como un resultado natural. Hay muros rectos y ángulos precisos, así como estructuras que parecen templos, altares y tumbas. También hay relieves tallados en la piedra que parecen representar animales, rostros humanos y otros símbolos que sugieren una cultura avanzada.

Los argumentos en contra de la construcción humana

Los detractores de la teoría de la construcción humana argumentan que todas las estructuras pueden ser explicadas como formaciones naturales creadas por la erosión del agua y el viento. Estos expertos citan la falta de pruebas arqueológicas y la imposibilidad de fechar las estructuras con precisión como evidencia de que la ciudad es simplemente una formación rocosa.

¿Quién construyó Yonaguni?

A pesar de décadas de investigación y debate, la pregunta sobre quién construyó la ciudad de Yonaguni sigue sin respuesta. Los expertos están divididos en opiniones y no hay una teoría definitiva que explique su origen. La única certeza es que la ciudad submarina de Yonaguni sigue siendo uno de los misterios más intrigantes de la arqueología submarina, y su enigma seguirá atrayendo a exploradores y científicos en busca de respuestas.

En resumen, aunque la ciudad submarina de Yonaguni sigue siendo un misterio sin resolver, su existencia es un recordatorio de que aún hay mucho por descubrir en nuestro planeta. Quizás algún día se descubra una respuesta definitiva a su origen, pero por ahora, la ciudad sigue siendo un enigma fascinante que desafía nuestra comprensión del pasado humano.

por Manuel

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